Esta propuesta es una traslación teatral del Decamerón, una creación que va mucho más allá de una simple sucesión de cuentos. Para ello, proponemos el hecho escénico como refugio frente a la peste que nos asola. La realidad del acto teatral nos sirve, así, como analogía al marco narrativo que propone Boccaccio y también como
punto de partida para trasladar a nuestros días el material original. Tres actores cargan con el peso de esta propuesta que, desde una estética underground, transita por numerosos lenguajes teatrales y registros interpretativos, combinando dos planos escénicos: el de la presentación, desde los propios actores y más directo con el público, y el de la representación, donde se ponen en pie los cuentos. Dos planos que se alternarán y se mezclarán hasta terminar borrando las barreras entre uno y otro.
Nuestra prioridad ha sido crear un espectáculo ágil y dinámico que, despojado de cualquier historicismo, dialogue directamente con el espectador de hoy. Para ello, utilizamos un amplio despliegue de recursos escénicos y dramatúrgicos en los que los cuentos renacentistas se mezclan con formas, temáticas e iconografía contemporáneas, conectando la obra original con el imaginario de nuestro público. El espectáculo es un viaje temático y formal que evoluciona con coherencia desde el lenguaje narrativo y dramático del comienzo hasta el perfomativo y discursivo del final. Una propuesta híbrida, basada en el trabajo del actor, que conectará especialmente con el público joven y en la que se dan cita la comedia y el drama, la farsa y el grotesco, el teatro clásico y el contemporáneo, el baile, la música en directo o el teatro de objetos.
El Decamerón ha sido una guía para reflexionar desde el escenario sobre cómo es realmente el mundo que nos rodea, cómo es su moral, sus trampas, sus contradicciones, y qué valor tienen las historias ante todo ello, siempre con el conflicto entre individuo y sociedad como eje del espectáculo.